Description
"Mi ruego sería que el Cronista vuelva a ser escuchado una vez más en el seno de la iglesia por las nuevas generaciones, atentos a esa imperecedera predicación suya sobre la fe única, y ello para gloria y alabanza al Señor".
El libro de Crónicas no es ni más ni menos que un auténtico sermón. Su objetivo sería, pues, el fomento de una correcta relación entre Dios y su pueblo. Los registros y anales de Israel son para el Cronista `un grandioso mosaico. donde han quedado reflejados los fracasos y el subsiguiente juicio, la gracia y la restauración que se sigue', y, con capacidad perceptiva para captar los acontecimientos dentro de ese discurrir histórico, primero hace una selección para, después, pasar a proclamar.
Una vez entendido ese propósito, el libro cobra vida propia. Y puede sin duda entenderse como una mirada retrospectiva, vibrante y definitiva, a la totalidad del Antiguo Testamento. Visto así, Crónicas comparte la fuerza, la singularidad, y el dramatismo del último libro del Nuevo Testamento, Apocalipsis.
A pesar de que Crónicas puede parecer un libro con poco que decir, Dios todavía tiene que enseñar a su pueblo grandes lecciones a través de las grandes figuras del pasado.
Contenido
Introducción
Primera parte: El árbol que el Señor plantó
Segunda parte: David, hombre de guerra
Tercera parte: Salomón, el hombre de paz
Cuarta parte: Los Reyes
Sobre el autor: Michael Wilcock fue director de Estudios Pastorales en el Trinity Collage de Bristol, posteriormente fue Pastor de la iglesia de San Nicolás de Durham. Ahora vive en Eastbourne, Inglaterra y su actividad es la de escritor.
The Book of Chronicles is an extended sermon meant to direct the people of God to a proper relationship with Him. All historical records are for the chronicler a portentous mosaic which embodies the failures, the subsequent chastisements, the ongoing grace, and the final restoration. Properly understood, Chronicles shares with Revelation the same thrust and overwhelming message: there are many lessons God has yet to teach His people.