Description
Raimundo Lulio fue uno de los primeros que reconoció que lo que necesitaban los musulmanes no era la espada, sino la cruz; no era la supresión ni la conquista, sino la proclamación del evangelio y la demostración del amor y la compasión cristiana.
En la vida y el carácter de Raimundo Lulio se ve un ejemplo del espíritu cristiano. Lulio era autor, predicador, misionero y reformador; para todo cristiano, sea católico o evangélico, es siempre digno de elogio y admiración.
El autor, Dr. Samuel Zwemer, fue conocido en su tiempo como el «apóstol a los musulmanes», y Raimundo Lulio le inspiró tanto que le puso el mismo nombre a uno de sus hijos.
En este período de historia en el que la proclamación del glorioso mensaje del evangelio es más urgente que nunca, nos parece muy apropiado presentar al público de habla española una nueva edición de esta biografía clásica, esperando que Dios la utilice para motivar a su Iglesia y darle nuevo interés y dedicación en la misión cristiana.
--Rogelio S. Greenway, Grand Rapids, Michigan
Raimundo Lulio was among the first to recognize that Muslims needed to be given not the sword but the cross. They did not need to be suppressed or conquered; instead they needed the proclamation of the gospel and the demonstration of Christian love and compassion. We can see an example of the Christian spirit in the life and character of Raimundo Lulio. He was a writer, preacher, missionary, and reformer. For all Christians, whether Catholic or Protestant, he will always be worthy of praise and admiration.
The author of this book, Dr. Samuel Zwemer, was recognized during his time as "the apostle to the Muslims," and Raimundo Lulio inspired him so much that he named one of his sons after Lulio.
Today, a period of history in which the glorious message of the gospel is more urgent than ever, we deem it very appropriate to introduce to the Spanish-speaking world a new edition of this classic biography, hoping that God may use it to encourage his church and supply new motivation and commitment to the work of Christian mission.
--Roger S. Greenway, Grand Rapids, Michigan